Pablo Picasso, Joan Miró, Georges Braque, Juan Gris, André Derain, Giacomo Balla, Salvador Dalí y Wassily Kandinsky tienen algo en común, además de ser artistas. Todos ellos han trabajado en escenografía, la mayoría de ellos para los Ballets Rusos de Diaghilev, el director artístico que consiguió convertir estos ballets en la danza de vanguardia del momento.
Pero, ¿es esta la única relación que tiene la escenografía con el mundo artístico? ¡Sigue leyendo y descubre por qué la escenografía es un arte en sí mismo!
Historia de los decorados
Hasta el siglo XIX, los decorados en artes escénicas se habían realizado por artesanos, pero el paso de los años y el surgimiento del diseño fomentaron la aparición de la figura artista-pintor, dando fruto a los técnicos-artistas que actualmente diseñan el decorado de tantas obras de teatro, películas y series.
Sin embargo, actualmente, este arte se ve como algo menor, valorándose por debajo de la dirección o de la actuación en muchas obras y galardones. Pero, ¿realmente es un arte inferior al resto?
¿Qué es la escenografía?
«No pinto telones» manifestó Eduardo Arroyo (1937 – 2018), pintor y escenógrafo español que colaboró en teatro y ópera. Esta declaración resume la percepción que la mayoría tiene sobre la dirección de arte, dado que comúnmente se cree que la escenografía se reduce simplemente a pintar un decorado que sirve de fondo.
No obstante, entender el trabajo escenográfico es comprender que cada historia tiene un decorado por defecto y el trabajo del artista es saber percibirlo y evocarlo.
¿Quién se dedica a la escenografía?
El director artístico es la persona que se encarga de levantar y dirigir un proyecto de escenografía, desde la primera lectura del guión y hasta el momento de filmación o la última representación de la obra, en función del proyecto que se trate.
Para trabajar en escenografía, tanto en cine como en teatro, se pueden tomar diferentes vías de estudio: Bellas Artes, Diseño, Historia del Arte o Arquitectura. La clave es conseguir ser expertos en todo sin serlo realmente en nada, porque la dirección de arte es un departamento complejo y cambiante.
Un día se puede estar haciendo un gallinero del siglo I y otro recreando una cantina militar del siglo XVIII. Por eso, tener una buena base de humanidades y mantener las ganas de aprender es fundamental.
No obstante, la formación puede venir de cualquier sitio. En la mayoría de los casos, los escenógrafos son personas amantes de las artes que también han estudiado interpretación, dirección y danza. De hecho, muy pocos se han formado en escenografía como tal.
¿Qué se necesita para ser escenógrafo?
- Tener ganas de aprender, de investigar y de trabajar, porque cada proyecto tiene una serie de requisitos concretos y hay que adaptarse a ellos.
- Estudiar mucho y formarse en muchos ámbitos distintos, porque todo enriquece y, si se va a diseñar proyectos, es importante estar familiarizado con aquello que se pretende representar.
- Estudiar o entender cómo funcionan otros aspectos de la obra: la interpretación, la iluminación, la dirección, etc. Porque es la única forma de entender bien qué se necesita de ti en el proyecto. Un equipo que trabaja con una visión compartida es un equipo que triunfa.
¿Cómo es el proceso de creación escenográfica?
En el proceso de creación, la investigación previa es fundamental, en todos los sentidos. Además, una buena documentación ayuda a saber concentrarse y, como los presupuestos son limitados, es necesario saber decidir dónde conviene gastar el dinero.
Por ejemplo, seguro que alguna vez has leído críticas a películas por incluir aspectos o ropa que no pertenecían a la época representada, pero hay una razón meditada para cada cosa que ves finalizada y es importante comprender cómo es el proceso de la toma de decisiones.
Es decir, si reconstruir cómo eran las aceras de la época en una película del siglo XVII va a empobrecer la producción, probablemente se decidirá no replicarlas con exactitud.
Cuando vemos obras, es importante recordar que se trata de ficción, no de un documental, por lo que los artistas interpretan la época en función de lo que se considera relevante.
¿Hay escenografía solo cuando la obra es de época?
¡No! Los premios cinematográficos suelen valorar más el decorado y el vestuario cuando este es de época, como por ejemplo en María Antonieta, pero en los premios cinematográficos también se puede entregar el galardón a la dirección artística a trabajos de no época, como por ejemplo El día de la bestia, La historia de Mortadelo y Filemón o La isla mínima. Eso demuestra que un buen trabajo es un buen trabajo independientemente de la época y que se pueden hacer buenas escenografías de todo tipo.
¿Por qué la escenografía es un arte?
Los que se niegan a aceptar la escenografía como arte argumentan que el arte nace de la voluntad y estas creaciones se diseñan al servicio de una propuesta. No obstante, la mayoría de la historia del arte ha sido pagada, bien sea por mecenas o directamente por la Iglesia católica, tanto en pintura como en arquitectura.
Además, muchas piezas de escenografía o diseños completos están tan logrados que podrían estar en un museo como instalaciones en sí mismas, ¿esto quiere decir que son piezas artísticas? Nosotros creemos que sí, aunque no están concebidas para ello, y aunque la pieza de arte en sí sea el total del espectáculo.